top of page

UNIVERSIDAD INTERCULTURAL

MODELO EDUCATIVO

Las Universidades Interculturales promovidas por la CGEIB y patrocinadas por la SEP en colaboración con los estados de la federación constituyen un actor del sistema educativo que introduce diversidad en varios sentidos. Son también, hasta cierto punto, una promesa en la medida en que tienen poco tiempo de existencia ya que la mayor parte de ellas aún no cuentan con egresados y van a pasar varios años antes de que tengamos suficiente información para juzgar sus resultados.

 

Sin embargo, desde mi punto de vista, son una promesa formidable en términos de diversidad. Esto es lo que quiero destacar en estas líneas de presentación de la segunda edición del volumen que sustenta y respalda la aplicación del modelo.

 

Estas instituciones tienen características propias y distintivas. Están próximas en ubicación y en cultura a las comunidades indí- genas. Son fuente importante de generación y diseminación de conocimientos pertinentes para las mismas comunidades, y espacios de formación de nivel superior para estudiantes provenientes del entorno próximo. Están diseñadas para convertirse en instrumentos de desarrollo en manos de los propios hijos de las comunidades. Por último, sustentan sus propuestas en un diálogo permanente con las propias comunidades y sus saberes. 

 

Debido a estos rasgos particulares, las Universidades Interculturales son fuente de diversidad en varios ámbitos. Aquí únicamente voy a destacar tres aspectos: 1) Introducen diversidad en términos de la oferta educativa; 2) Permiten el establecimiento de plataformas para la investigación y el desarrollo de saberes diversos y 3) Establecen un modelo de organización académica diferente con grandes potencialidades tanto en términos de formación como en términos de artificio de desarrollo. 

 

 

1. Oferta Educativa

 

El propósito de las UI es extender las oportunidades educativas para atender a estudiantes de diversos orígenes, lenguas y culturas del País. Esto implica introducir diversidad en el sistema en tres ámbitos fundamentales: a) regional; b) del público que se atiende y c) del tipo de formación disciplinaria que se ofrece.

 

a) Diversidad Regional: Las UI se establecen en sitios que les permiten tener un estrecho vínculo con las culturas y los valores de las comunidades que pretenden beneficiarse. Por lo tanto, el criterio prioritario es que estas nuevas universidades sean construidas en espacios próximos a las comunidades en donde residen los destinatarios. Estos son espacios en los que, en términos generales, no habían llegado otras instituciones de educación superior. Esto tiene un límite: el papel de prestigio que adquieren estas edificaciones en las comunidades y que puede contraponerse con otro principio fundamental: No podrá privilegiarse el acceso de jóvenes de una sola comunidad o un pueblo de origen.

 

b) Universo Estudiantil: Se busca proporcionar atención educativa pertinente para jóvenes, que por razones de antecedentes escolares, culturales y de residencia, han tenido muy pocas oportunidades de cursar estudios superiores. Entre ellos se encuentran principalmente los jóvenes indígenas, aunque también hay otros jóvenes estructuralmente marginados del sistema educativo a este nivel. El criterio de pertinencia atiende particularmente a la diversidad. Hablamos entonces de incorporar al sistema educativo de nivel superior a jóvenes distintos de los que han ocupado estos espacios, pero también de jóvenes que provienen de culturas diferentes y, en muchos casos, hablan lenguas diferentes. La diversidad es muy amplia en este sentido.

 

c) Formación disciplinaria: Las UI pretenden dos grandes ejes formativos. Por una parte buscan establecer nuevas perspectivas de desarrollo profesional y científico que conjuguen saberes y conocimientos desde diferentes perspectivas culturales. Por otra, intentan promover la formación de profesionales comprometidos con el desarrollo económico, social y cultural, particularmente, de los pueblos indígenas del país y de las comunidades que sustentan estas instituciones de educación superior. Esto se ha traducido en formas de organización académica que resultan muy novedosas tanto en lo que se refiere a las carreras diseñadas para el conjunto y rediseñadas para las circunstancias particulares de cada una, como en un esquema organizativo de trabajo que incorpora a los profesores en el diseño específico de los contenidos curriculares.

 

 

2. Cultivo de saberes diversos

 

Las UI pretenden revalorar los saberes de los pueblos indígenas y propiciar un proceso de síntesis con los avances del conocimiento científico, así como fomentar la difusión de los valores propios de las comunidades con el desarrollo científico y cultural contemporáneo. Esto tiene múltiples niveles, es la mayor fuente de diversidad en términos de creatividad y generación de propuestas, pero también es uno de los propósitos que ofrecen mayor complejidad. Las complejidades derivan de tres necesidades centrales de atención: las lenguas, las culturas y los saberes diferentes. En lo que se refiere a las lenguas, es imprescindible abrir espacios para promover la revitalización, desarrollo y consolidación de lenguas y culturas originarias. Sólo mediante este desarrollo puede establecerse una comunicación pertinente de las tareas universitarias con las comunidades del entorno. Adicionalmente, sin embargo, es necesario pensar en estas universidades como espacios privilegiados para el rescate, cultivo y desarrollo de las propias lenguas originarias.

 

Desde la perspectiva de las culturas de los pueblos indígenas, es deber de las Universidades Interculturales impulsar el desarrollo económico, cultural y social de los pueblos indígenas, preservando su identidad. Para esto se proponen líneas de acción que subrayan tres ejes: el empleo de materiales y sistemas constructivos de la región en sus instalaciones; el desarrollo de formas armó- nicas a la vista e integradas al paisaje o a la arquitectura local tradicional, y la proyección en el diseño de la simbología y tradiciones propias de los pueblos indígenas de la región.

 

El cultivo de otros saberes implica impulsar proyectos de recuperación, consolidación y desarrollo de los saberes tradicionales de los pueblos originarios. La defensa de la tradición que se hace para estas instituciones pone énfasis en el complejo de expresiones diversas que son fuente de conocimientos y proporcionan criterios y valores para desarrollar y evaluar ese conocimiento, así como las acciones que los individuos o grupos realizan con base en ellas. Estas definiciones son propias de cada comunidad de conocimiento, pero también son relativamente porosas en la medida en que entran en comunicación y e intercambio constante con otras.

 

En este sentido, las Universidades Interculturales son espacios muy valiosos para investigar, procurar la recuperación y la revaloración de estos saberes, pero también para impulsar su desarrollo con miras al futuro. Para ello atienden distintas facetas que tienen que ver con el reconocimiento y la aceptación de las diferencias así como el reconocimiento de que se trata de un proceso conflictivo, de construcción de nuevas identidades con base en confrontaciones y negociaciones culturales que implican discusión y valoración de la diferencias y que deben permitir construir acuerdos y reglas de convivencia equitativa y respetuosa. Pretenden y promueven activamente también la reafirmación de los propios valores y la consolidación de la identidad de las distintas comunidades a través del uso de su propia lengua y el cultivo de su tradición; la construcción de un proceso de convivencia armónico sobre bases de trato equitativo y respetuoso de las diferencias y, la construcción de una interrelación de saberes de diferentes culturas, de tradiciones diversas.

 

Para lograr todo ello se ha introducido otro elemento novedoso que agrega diversidad al sistema educativo en su conjunto: una nueva forma de organización académica.

 

 

3. Organización académica

 

Las Universidades Interculturales tienen la misión de abrir espacios para promover y estimular una comunicación pertinente de las tareas universitarias con las comunidades del entorno, que son las que las nutren y les dan sustento. Nutrir y dar sustento tiene varios significados. Las comunidades las sostienen en parte, les donaron terrenos, se involucran en su creación y en su operación (mediante los Consejos), y las consideran parte de su patrimonio. Por otra parte, ésas son las comunidades de conocimiento con las que la universidad y sus integrantes tienen que trabajar para la recuperación, revaloración y desarrollo de saberes tradicionales. Las comunidades son también las que producen a los jóvenes que van a prepararse en las universidades, e idealmente a las que van a volver cuando terminen su formación. Esto significa un reto y una especificidad muy importante que las universidades en general no tienen como centros de reproducción del saber (saber gené- rico) ya que plantean la redistribución de conocimientos y la aplicación solamente en términos de extensión. Para las UI, la vinculación es tanto un espacio formativo como una herramienta de interacción permanente con las comunidades del entorno. 

 

Las UI introducen, de este modo, un esquema novedoso de enseñanza-aprendizaje-investigación-vinculación. Ello requiere de un modelo de organización académica novedoso en el que profesores y funcionarios participen directamente en tareas de conducción académica, investigación, formación y vinculación. Las autoridades, los estudiantes y los profesores deben involucrarse en el desarrollo de conocimientos pertinentes y útiles para las comunidades que los sustentan. Esto implica un doble proceso de investigación y formación. Al mismo tiempo, la retroalimentación necesaria entre comunidades y universidad que este proceso requiere, se convierte en una forma de vinculación mucho más estrecha.

 

El esquema de estas nuevas instituciones es novedoso y requiere no solamente mantener su impulso decidido, sino analizarlo, discutirlo y reorientarlo de acuerdo con las necesidades que su aplicación descubre. Al reeditar este texto lo hacemos con el espíritu de lograr que el modelo se conozca mejor y que su aplicación lleve a mejorarlo a favor de las comunidades que pueden verse beneficiadas de su aplicación.

 

FERNANDO I. SALMERÓN CASTRO

COORDINADOR GENERAL DE LA CGEIB

bottom of page